miércoles, 25 de diciembre de 2013

¿Feliz? Navidad


Como cada año, Rosa preparó la mesa con esmero: alisó las arrugas del mantel rojo para que la estrella de Navidad tuviera las cinco puntas bien estiradas, colocó los platos de forma perfectamente alineada y en distancia sincronizada a los cubiertos, brillantes y tan nuevos como el primer día, encendió las tres velitas blancas en el centro de la mesa y, cerrando los ojos, evocó un año más la imagen del hombre que había hecho cobrar sentido a unas fechas tan vacías hasta entonces. La última imagen de él aún flotaba en su recuerdo mientras dirigiéndose a la cocina pudo olfatear que la sopa estaba ya en su punto. Sirviendo dos platos, se aventuró a llevarlos a la mesa de un solo viaje… aún sabiendo que él no estaba allí y que su silla permanecía vacía, a Rosa aún le parecía estar escuchando su voz cuya reprimenda se le antojaba ahora entrañable. Llevar dos platos con sopa no era una proeza sino una insensatez. Sin embargo, Rosa vivía al límite en los detalles más rutinarios y sencillos de la vida. Le echaba tres cucharadas de azúcar a su café, se levantaba siempre diez minutos más tarde de lo debido, andaba descalza en pleno invierno e innumerables descuidos más que ella ni siquiera quería admitir, al menos de forma consciente.


Se sentó frente a aquella silla vacía y, deseándole Feliz Navidad, se puso a tomar su sopa mientras una lágrima solitaria y amarga resbalaba por su mejilla.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Me llena de orgullo y satisfacción...



A buen seguro todos los españoles sabemos qué palabras vienen después de ése conocido "me llena de orgullo y satisfacción". Son casi 40 años ya los que el Soberano lleva apareciendo en las pantallas de millones de televisores españoles en Nochebuena. Desde 1975 para ser exactos, el Rey Don Juan Carlos nos ha hecho partícipes de sus buenos deseos navideños y nos ha hecho un precioso repaso sobre lo que ha sido el año que termina. Sin embargo no deja de ser curioso que la primera frase con la que empezó su discurso en ese primer año 1975 podría, lamentablemente, ser el comienzo de su discurso este mismo año: "El año que finaliza nos ha dejado un sello de tristeza..."


Tristeza 40 años más tarde, por seguir viendo cómo a pesar de tanto cambio y tanto progreso, la decadencia nos sigue, persigue y consigue. 





Eso sí, este año tenemos que avisar a los abuelos, esos que mandan callar a todo comensal exasperado que disfruta contando chistes para amenizar la velada aprovechando la ya tradicional reunión familiar de Nochebuena, que ya es posible rememorar tan exquisito discurso a través del Canal de YouTube que la Casa Real estrenó hace escasos días. Podemos ver todos los discursos del Rey desde sus comienzos, ver cómo repite una y otra vez sus ya míticas palabras y hasta apreciar cómo el tiempo y la edad no perdona ni siquiera a los Monarcas. Será cuestión de luego explicarles también a los abuelos qué es YouTube... claro.





En fín, en estas fechas tan señaladas (como también diría el Rey Don Juan Carlos) me llena de orgullo y satisfacción desearos a todos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo, por aquello de si en estos próximos días estoy algo ocupada y no me da tiempo a felicitaros oficialmente a través del blog. Mis mejores deseos para todos y, por favor, hagamos todos un buen propósito para comenzar el año. 

Gracias por ser mis lectores una vez más.  


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mis 3 libros del recuerdo...

Durante mi infancia hubo libros que marcaron un antes y un después, haciéndome sentir verdadero entusiasmo por la lectura y aprendiendo con ellos a sentir eso que llaman placer del lector.
Voy a destacar tres, unos más conocidos que otros, todos guardan un recuerdo nostálgico y a la vez mágico en mi memoria.
Hoy comparto con vosotros una parte de mi niñez:



Mecanoscrito del Segundo Orígen

Escrito por Manuel de Pedrolo originalmente en catalán con el título Mecanoscrit del Segon Origen (y así lo conocí yo). Traducido posteriormente a diversos idiomas y reeditado también en otras muchas ocasiones. Adjetivo: Inesperado.
(Os dejo el link al libro en pdf pinchando el enlace de algo más abajo)

http://www.busateo.es/busateo/Biblioteca/D/D/De%20Pedrolo,%20Manuel%20-%20Mecanoscrito%20del%20Segundo%20Origen%20.pdf








Por qué me comí a mi padre

Recuerdo ir con el título del libro apuntado en la agenda a encargarlo a la librería y hacerme cruces con un título tan carnívoro y poco ético. No paraba de hacer especulaciones acerca de la salvajada que encontraría entre aquellas páginas y sin embargo topé con la evolución de los homínidos en su relato más ameno y divertido. Escrita por Roy Lewis. Su adjetivo: Peculiar.








Sin Noticias de Gurb

Primer contacto con Eduardo Mendoza. Ambientada en mi ciudad natal, me sentí un ser de otro planeta vestida con cuerpo ajeno y devorando las extravagantes páginas de una sátira sin igual. Adjetivo: Divertido.












¿Cuál es vuestro libro-recuerdo?

Sed felices.  

sábado, 14 de diciembre de 2013

Frases para pensar e interiorizar...



Cuando deseas algo, el Universo entero conspira para que realices tu deseo.




Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

Si la vida no te sonríe...¡Házle cosquillas!.

Si lloras porque no puedes ver el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
El sentido del humor consiste en saber reírse de las propias desgracias.

Esperar lo inesperado. Aceptar lo inaceptable

Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito.

Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda.

Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.

No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.

El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento.

Una buena memoria es aquella que está entrenada para olvidar lo trivial.

El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar las pequeñas piedras.

Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.

La inteligencia del planeta es constante, y la población sigue aumentando.

He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz.

viernes, 13 de diciembre de 2013

El Noticiario Positivo

Para ser fiel a mi objetivo principal de compartir públicamente y con palabras de estar por casa (y andar descalza) cualquier cosa que se me ocurriera o de aquéllas que llamaran mi atención en particular… hoy quiero compartir algo que me pareció llamativo el pasado fin de semana durante mi escapada a La Manga.

  

El Noticiario Positivo

Me acerqué a una panadería sin puertas, de ésas que tienen el mostrador en la misma calle. Eché un vistazo a los dulces pero la mirada se me desvió en seguida hacia un folleto en blanco y negro cuyo título chocaba a una vista demasiado acostumbrada a malas noticias. El Noticiario Positivo parece ser una publicación habitual en la región de Murcia y su éxito radica precisamente en la positividad de todas y cada una de las palabras impresas en sus escasas 4 páginas. Frases como “Quien mueve montañas empezó apartando piedrecitas” o “Despierta cada mañana con el pensamiento de que algo increíble está por suceder”… son algunas de sus perlas. Experiencias personales enviadas por los propios lectores o los briconsejos de otro de sus colaboradores son parte de su contenido.


Buscando la positividad hasta en las situaciones más rutinarias y comunes… siempre podemos encontrar la parte “menos mala” de cualquier circunstancia. Es mi tarea pendiente, lo reconozco, y es por ello que, entonando el mea culpa, hago eco de esta publicación tan especial. Enhorabuena por una iniciativa tan emotiva. 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Fin de Semana Muy Especial... en La Manga del Mar Menor


Mi primera impresión al llegar, bien entrada la noche y con unos cuantos de cientos de kilómetros a mis espaldas, fue de ciudad fantasma.

La Manga se presentaba ante mis ojos como una ciudad veraniega, abandonada y fría en esta época. Sin embargo, tan sólo unos pocos metros me hicieron falta para darme cuenta en seguida del encanto tan peculiar del que, sin percatarme de forma consciente, me iba a impregnar a lo largo de todo el fin de semana que tenía por delante.



Cierras los ojos y oyes silencio. Lo oyes, lo sientes y lo masticas. Lo saboreas. Te embriagas con su densidad… El arrullo de las olas como sonido contínuo en el fondo de todo escenario cautiva tu ser. Sientes la paz. Te sientes tranquilo. Lejos quedan las luces, el tráfico, los gentíos, las prisas. Tan solo te apetece pasear y cuanto más cerca del mar, mejor. 


En La Manga eso es posible siempre, porque si miras a un lado tienes el Mar Mediterráneo y al otro el Mar Menor. No tienes más que girar la vista. Separados en ocasiones por unos escasos metros cuesta muchas veces mirar al horizonte y encontrar la línea que separa el cielo del mar. 21 Kms de cordón litoral cuyo extremo más natural se llama Veneziola por su similitud de canales a la archiconocida ciudad italiana. Fue precisamente en Veneziola (lo cuento a modo de anécdota) donde sentí verdadero vértigo al subir con el coche por El Puente de la Risa, con una subida de miedo y una bajada igual, de las de subir con carrerilla que se suele decir…

Y qué podría decir de la gente que nos hemos podido encontrar y conocer en tal rincón del mundo… El dueño del Restaurante Italiano que nos hizo los mejores canelones artesanos o Marta, la dueña de la Tetería de las Hadas


Quedé realmente encantada con su establecimiento. Un sitio donde dejarse embrujar con cada detalle. Todo allí parece sacado de un cuento de hadas. Los tés, preparados con tanto cariño, resultaron exquisitos y su dulce de hadas, con bizcocho, sirope de plátano y chocolate, un acompañamiento especial. 


Compramos barritas de incienso de olores diferentes y salimos de nuestra merienda allí con la sensación de haber descubierto un sitio idílico al margen de la común realidad. Me he prometido volver.

Salí apenada de La Manga. He aprendido a encontrar el secreto de lugares inesperados, redescubriendo que en cualquier rincón de este mundo, y en ocasiones donde menos te lo esperas, es posible hacer más grande tu espíritu.





martes, 10 de diciembre de 2013

Soledad


Soledad me llaman cuantos cortesanos me conocen
Mas no saben ellos cuan verídico es mi nombre.
Guapa, bella, portentosa
Flor sin igual, bonita, hermosa
Todos cuantos me ven lo imaginan
Que las virtudes me dominan
Que con ellas puedo vencer
Que venzo pues he vivido
Rodeada de sigilo
Una vida de placer.
Nada me falta
Pues lo que deseo puedo tener
Así lo piensan ellos
Pues así ha de ser.
Mas no entienden ni comprenden
No quieren llegar a ver
Que no fue fácil ser perfecta
Y menos aún no saber perder.
De poco sirven las bellezas
De mucho menos la posición
Poco o nada tus lindezas
Si detrás de esta careta
Que dura más que un carnaval
Que no soy capaz de quitarme
Que me sienta ya tan mal
No hay más que una niña
Que olvidó decir la verdad
que ocultó su sentimiento
que necesita hablar
decir cuanto siente
contar la soledad
que vive la tristeza
que ya no la quiere más
que ansía no estar sola
y que prefiere la fealdad
la pobreza de lo simple
la sencillez que tú le das.
Porque quiere estar contigo
Porque ya no puede más
Seguir fingiendo una sonrisa
Mientras pide a gritos libertad.
Libre como una niña
Que llora sin sentir miedo
Que en cada lágrima derrama
Todo el sentimiento
Que afea su rostro mientras llora
pues demuestra así su lamento.
Yo quiero ser libre
Y demostrar lo que siento
No quiero estar sola
El silencio es mi tormento.
Ahora ven y hazme reír
No dejes de hablarme
De decirme y de narrarme
Cualquier cosa me sirve
Tan solo, permanece junto a mí.
Tu ceguera y mi belleza
Perfectos compañeros en una palabra
Tan real, tan entrañable

Tan solo, inseparables.

martes, 3 de diciembre de 2013

Miedo (Última)

Los monstruos son reales,
y los fantasmas también: viven dentro

de nosotros y, a veces, ellos ganan.
Stephen King.

Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca termino de saber por qué hago ciertas cosas. El Túnel, Ernesto Sabato.



Los ojos de Eulalia habían encontrado la simetría perfecta en los aguzados ojos que la miraban desde el otro lado del espejo.

Solo ella podía verlo. Aunque no lo veía, porque ambos eran el mismo ser desde el primer instante en el que el odio se apoderó de su corazón y hasta el momento en el que el casco de botella rota se clavaba en el ojo de aquel hombre.

Bestia mata bestia. Monstruo muerto.

Sobresaltada, Eulalia despertó en una cama vestida con sábanas rojas, teñidas por la sangre de su maltratador. Sus manos eran pinceles con los que dibujar sobre un lienzo encharcado por la vida de su verdugo.

Eulalia no podía distinguir entre la realidad y los sueños.

Y una vez más… sus manos rojas taparon su rostro, ensuciándolo de nuevo con sangre, aunque no era suya esta vez.



De lejos, un destello inquietante en el pasillo dejaba intuir el reflejo de los primeros rayos de sol de la mañana sobre el espejo de forja…